Mi hermana y yo, nos solíamos quedar a cargo de mis abuelos paternos, cuando mis padres tenían algún compromiso o cuando nos extrañaban. Estar en casa de mis abuelos, era como estar de vacaciones, no recuerdo otra cosa que felicidad, incluso las escasas regañinas las recuerdo con afecto, a mi abuela nunca se le dio bien reñir, ella era partidaria del castigo por la superación. Nos sentaba sobre un par de almohadas tras la mesa, (por aquel entonces nuestra vida se desarrollaba a la altura de la cintura de los demás), y colocaba encima papel y tijeras, nos enseñaba a hacer manteles con cenefas, con lápices de colores pintábamos pinzas de madera, también sobre esa mesa pelábamos patatas, cortábamos las puntas de las judías, dabamos de comer a las muñecas, y hacíamos con agua y harina pegamento para los cromos.
Y es esta la fórmula casera y sencilla, que con más cariño que aportación interesante... he elegido. Ha resultado especial y simpático volver a hacer "pegamento"... y oye, que además de ecológico, para salir de un apuro hasta tiene su gracia, de momento las postales siguen donde las "pegué" ;)
Toma falsa ;)
Pare ver chuladas de verdad pásate por aquí